A pocos días del inicio del novenario a la Virgen de Caacupé, el pastor de esa diócesis comienza a invitar a los fieles a participar de las celebraciones.

Monseñor Ricardo Valenzuela, quien se está recuperando de problemas de salud, tiene una singular historia de cómo descubrió su vocación sacerdotal.

Cuando era joven, estudiaba medicina en Corrientes, Argentina, país donde una experiencia en una práctica forense lo marcó profundamente. Mientras cercenaban un cádaver, preguntó por qué no lo enterraban, a lo que le respondieron que era un cuerpo que no fue reclamado por familiares.

Tras esta práctica, el ahora obispo soñó con una voz que le decía: “Mirá, Ricardo, quienes curen el cuerpo tengo muchos, pero quienes curen el alma me falta”.

Luego de un proceso de discernimiento, ingresó al seminario y se ordenó sacerdote. Años después el papa Juan Pablo II lo consagró como obispo en el Vaticano.

Vía: Extra


El día que Mons. Valenzuela descubrió su vocación en una práctica forense

Por Víctor Martínez1' de lectura

El obispo de Caacupé era estudiante de medicina cuando una experiencia cambió sus planes.