Gracias a estudios fósiles podemos saber hoy en día sobre la particular enfermedad que poseía un _Centrosaurus apertus_ adulto, y es que este tenía un cáncer de hueso maligno avanzado en la espinilla. 

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Millones de años después se pudieron realizar estudios al esqueleto de aquel dinosaurio que revolucionó la forma de entender las enfermedades y estilo de vida prehistóricos. 

Pero lo curioso de este caso es que el osteosarcoma que padecía se volvió muy recurrente en la actualidad, se diagnostica en unas 25.000 personas por año en todo el mundo.

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"Resulta que las enfermedades que afectaron a los dinosaurios tienen esencialmente la misma apariencia que las que afectan a los humanos u otras criaturas", dice Bruce Rothschild, investigador asociado en paleontología de vertebrados del Museo Carnegie de Historia Natural de Pensilvania, Estados Unidos.

Se espera que los descubrimientos contribuyan a la comprensión moderna de las enfermedades, ya que a través de estos análisis se podrá ampliar el panorama y diferenciar mejor entre los tipos de cáncer y brindar un mejor tratamiento. 

Un ejemplo fue Rothschild, médico reumatólogo, ha utilizado su análisis de fósiles de hadrosaurio para ayudar a distinguir entre la osteocondritis y la osteocondrosis, dos afecciones óseas diferentes pero de aspecto similar.



El cáncer también afectó a los dinosaurios

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Hablemos del cáncer de hueso maligno avanzado.