Medios escritos de la época la definieron como quien “trajo el primer pecho de silicona al país”, según la información era hija de un uniformado, exestudiante del Colegio San José.

Frecuentó las calles asuncenas, específicamente la Plaza Italia y fue fuertemente perseguida por la policía stronista, los medios de la época informaban que Carla fue incontables veces golpeada por las fuerzas del orden, le rapaban la cabeza y “se divertían por ella”, diversión que en algunas ocasiones se traducía en agresiones sexuales. 

Eran los años 70s y 80s y más de uno le soltó un “piropo” por su exuberante figura femenina que imponía sensualidad y según los periódicos, varias personalidades eran sus clientes (futbolistas, militares y políticos).

Aprovechaba el silencio de las siestas asuncenas para salir en busca de a quienes complacer y si alguno pensaba siquiera en no pagarle, podía repartir patadas y puños por doquier.

Carla se convirtió en toda una leyenda urbana, ya que se codeó con lo más alto de aquella sociedad dictatorial, murió consumida por el sida en el año 1991, a los 36 años. La enfermedad la habría adquirido en una de las largas jornadas de aventuras con desconocidos.

Carla quedó en la memoria colectiva por atreverse a desafiar el status quo de la época.


Corría el año 1955 y nació Carlos Antonio Ramírez, quien unos años más tarde se convertiría en la primera mujer transexual que recorrería “libremente” las calles asuncenas en plena dictadura stronista.

Carla: la primera mujer trans del Paraguay

Por @joval_py2' de lectura

Corría el año 1955 y nació Carlos Antonio Ramírez, quien unos años más tarde se convertiría en la primera mujer transexual que recorrería “libremente” las calles asuncenas en plena dictadura stronista.